(Camelus bacterianus), Foto: Andreas Korte (PHI Essences)
La mayoría de los camellos son animales grandes, con un cuello largo y delgado, una cabeza pequeña y patas relativamente esbeltas. Pueden llegar a pesar 700 kilogramos. A diferencia de otros biungulados, los camellos se desplazan con un movimiento ondulante, vale decir, mueven simultáneamente el mismo par de patas. Al ser rumiantes, poseen un estómago con varios compartimientos. Todo su cuerpo se adaptó a condiciones de vida extremas. Como habitantes de los desiertos pueden administrar muy bien el agua. Los camellos son oriundos de Asia, los dromedarios del espacio arábigo. Los camellos se alimentan de plantas y en el desierto incluso comen las que son espinosas o saladas. Llegan a vivir hasta 50 años.
El Camello en la Mitología: La palabra “camello” proviene del mundo semita (en árabe: gamal). El nuevo nombre fue introducido por las cruzadas desde el Oriente. Fueron domesticados a partir del año 3.000 a.C. y son apreciados como animales de carga y de tiro, como así también por ser proveedores de lana, leche y carne. En el mundo musulmán a veces se los venera. Dice una leyenda que, si bien el ser humano conoce los 99 nombres de Alá, el número cien es únicamente conocido por estos animales. En la Biblia son frecuentes las menciones a camellos. Así, por ejemplo, Rebecca es representada en varias ocasiones junto a camellos. Ella está ocupada dando de beber a estos animales en un aljibe cuando se le apareció Eliécer, que hizo de casamentero de su futuro esposo, Isaac. En la legendaria ruta de las especias, los camellos han jugado un papel fundamental.
El Camello en la interpretación de los sueños: representa lo inusual y bizarro. También, a los recursos disponibles y a la obediencia en relación a un principio fundamental. También en el inconsciente puede cargar lastres.
La Esencia de Camello: Esta esencia nos brinda capacidad de perseverancia y resistencia.
En el plano físico: Se fortalece nuestro instinto de supervivencia y nuestra capacidad de perseverancia. Aumenta nuestra resistencia física y se fortalece nuestra fuerza vital y nuestro deseo de vivir.
En el plano emocional: La esencia nos ayuda a poder sobrellevar tiempos de escasez y grandes épocas de sequía en nuestra vida. En tiempos llenos de añoranzas nos regala confianza y fuerza.
En el plano espiritual: Fortalece nuestra confianza y nuestra fe en Dios y en Su guía espiritual. Aprendemos, al igual que el pueblo israelita en el desierto, a confiar en Dios y a poner en Sus manos, llenos de confianza, nuestro destino.
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Ingredientes
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50% de brandy francés para su conservación. Madura durante al menos 4 años en barricas de roble.
50% de agua sin gas energizada (Black Forest)
~20% de contenido alcohólico