Esencias de Plantas Silvestres Africanas islas Canarias
En las Islas Canarias suceden acontecimientos que muchos denominan mágicos o extraordinarios. Antes de la conquista española, los pueblos aborígenes rendían culto a sus dioses utilizando arquitectura primitiva que unían en consonancia con el Sol y los equinoccios. También entendían que ciertos montes, picos o volcanes eran especiales y les rendían culto o los utilizaban en ciertos ritos. Empleaban símbolos sagrados y usaban elementos de la naturaleza para sus rituales. Con todo ello es lógico pensar que unas esencias provenientes de tal emplazamiento deben ser únicas y originales ya que no sólamente existe el influjo solar más incidente en comparación con otras ubicaciones, sino que, además, dependiendo de la zona de recolección, dichas plantas poseen un estado vibracional diferente.
Las esencias de Canarias son capaces de brindar vitalidad y flexibilidad. Permiten ascender de forma suave, armoniosa, desde el inicio de nuestras propias dificultades hasta la superación de las mismas. En África encontramos el ecosistema más virgen del mundo. En él residen el diez por ciento de todas las flores que habitan nuestro planeta Tierra, capaces de disponer de una gran resistencia y muy buena adaptación a fuertes cambios en el clima. Es por este motivo que las esencias de África nos transmiten cualidades de fortaleza, asimilación y adaptación. Sirven de ayuda para hacernos fuertes en los constantes procesos de cambio y transformación de la vida.
Cómo usarlas
En este caso se tratan de veinte esencias distintas, cada una con sus peculiaridades. Su uso es similar al de los remedios florales del Dr. Bach, pero generalmente no se suelen diluir, aunque es una opción muy válida. Se toman 4 gotas 4 veces al día, salvo en Hibiscus que su dosis es 4 gotas 6 veces al día. Encontrarás entre paréntesis su nombre botánico.
África, este continente y legendario, a menudo olvidado, alberga una abundancia inconcebible de fanerógamas en sus distintas zonas climáticas que se extienden desde los desiertos del Sahara, pasando por las estepas y sabanas, hasta los bosques tropicales. A medida que avanzaron nuestras investigaciones, pudimos darnos cuenta rápidamente de la importancia de esta vegetación única para el desarrollo de las esencias florales en los tiempos que corren. Desde el punto de vista geográfico, las Islas Canarias pertenecen a África, aún cuando la vegetación de este archipiélago, junto con Madeira, las Azores y las Islas de Cabo Verde, constituyen un tesoro del mundo vegetal. Muchas de las plantas que podemos encontrar allí son de origen endémico (es decir, con unos límites geográficos muy marcados) y hasta la llegada de la época glacial también se podían encontrar en grandes extensiones del sur de Europa y del norte de África. Los bosques de laureles y de pinos han permitido que se pudieran conservar excepcionalmente. Sobre una extensión sorprendentemente reducida, las Islas Canarias reúnen diversas zonas climáticas contenidas en los límites de sus costas y dunas, saltando barrancos, bosques de laureles y de pinos, hasta las cumbres de las cañadas, que alojan una variedad vegetal increíble.