(Macroglossum stellatarum), Foto: Dreamstime
La esfinge colibrí es una mariposa (nocturna) de la familia de los sphingidae. En todo el mundo existen alrededor de 150.000 especies de mariposas. Su nombre alemán (cola de paloma o cola de carpa) se debe al mechón dividido en dos en su parte trasera, ya que se parece a la punta de la cola de las palomas. Como mariposa nocturna migratoria es conocida en casi toda Europa. Puede utilizar sus alas en muy amplios y rápidos movimientos. La frecuencia de movimiento es de aproximadamente 70 a 90 movimientos por segundo (¡!), su velocidad de vuelo de hasta 80 km/h. Este comportamiento de vuelo se asemeja al de los colibríes. La mariposa alcanza una apertura de alas de entre 3,6 a 5 cm y pesa únicamente 0,3 gramos. Como tiene un gran desgaste de energía, debe ingerir diariamente 0,5 gramos de néctar como alimento.
La Mariposa Nocturna en la Mitología: La misteriosa metamorfosis de la fea oruga a una deslumbrante mariposa siempre ha activado la imaginación de las personas. Los bangladesíes llamaban a la mariposa “el amo de las criaturas”, los khmer las denominaban “brillante insecto de Dios” y los irlandeses “criaturas de Dios”. Ya hace 3.500 años fueron utilizadas como motivos de adorno en las tumbas de los faraones y retratadas en pinturas rupestres. Los filósofos griegos veían en las mariposas la forma en que se da a conocer el alma humana y, al mismo tiempo, un símbolo de la inmortalidad. En la Antigua Grecia, las mariposas nocturnas eran veneradas por representar al alma de los mortales. A ellas se las culpaba de las pesadillas. A partir de la Antigüedad Clásica, las mariposas fueron tomadas como símbolo de gracia y amor. En el cuento de Cupido y Psyque, la honorable doncella aparece con alas de mariposa. En el cristianismo, las mariposas son tomadas como símbolo de resurrección.
La Mariposa Nocturna en la interpretación de los sueños: Ella representa la disolución de viejos patrones y al cambio interno.
La Esencia de la Esfinge Colibrí: La esencia nos apoya para tomar el camino adecuado para nosotros, nos da frescura y nos libera de situaciones estáticas. La esencia rompe con moldes fijos.
En el plano físico: La esfinge colibrí nos ayuda a despejar nuestra mente, cuando se repiten una y otra vez los mismos pensamientos, cuando tenemos la sensación de encontrarnos como dentro de una bruma interior. Un pensamiento estático frecuentemente también genera una postura corporal rígida y durezas, principalmente en la espalda y en la zona de los hombros. Si nos hacemos conscientes de esto, la esencia nos puede ayudar a disolverlas y a hacernos internamente más relajados.
En el plano emocional: Nos ayuda a liberarnos de sentimientos torturantes, que surgen de viejos patrones. Nos ayuda a tomar consciencia y a poder diferenciar qué comportamiento es del padre o de la madre y cuál es nuestro propio. Precisamente en situaciones de estrés tendemos a comportarnos justamente de la misma manera que siempre odiamos en nuestros padres. En estas situaciones generamos tal presión interna, que se hace visible en todos los planos, sintiéndonos internamente miserables. La esencia nos puede ayudar a dejar entrar una brisa fresca en nuestro mundo emocional.Reconocemos lo que no es nuestro y será más fácil soltarlo, con lo cual nos sentiremos internamente aliviados y liberados.
En el plano espiritual: Esta es una esencia de transformación, de liberación y desarrollo del alma. Ni bien logramos liberarnos de patrones estáticos, comenzamos a respirar internamente y nuestra propia belleza y nuestro potencial espiritual puede irradiar hacia afuera.
