(Grapsus grapsus)
Los cangrejos pertenecen a los invertebrados y son un grupo muy diverso, el que abarca desde los piojos de mar y los crustáceos copépodos hasta los grandes cangrejos y las langostas. La mayoría de las especies viven en el agua, pero algunas, como los isópodos, también se han establecido sobre la tierra. Todos los cangrejos tienen en común que habitualmente son de colores brillantes y poseen un esqueleto externo duro, fortificado por calcio. La caparazón funciona como cámara branquial y nunca tapa al abdomen. Tienen ojos pendunculados y antenas que sobresalen.
La especie grapsus grapsus es de un rojo brillante y vive en las zonas costeras del mar, sobre rocas, en las rompientes. Poseen pinzas, con las que pueden retener a su presa, así como 6 extremidades articuladas para caminar, nadar y cavar. Los cangrejos pueden caminar o nadar hacia atrás. Se alimentan de pequeños animales y material orgánico que encuentran en el agua, manteniendo limpio su hábitat. Ellos mismos son el alimento de muchos otros animales. Al ser cazados también por el hombre, ya casi no se encuentran animales adultos completamente desarrollados.
El Cangrejo en la Mitología: En la mitología griega, el cangrejo representa a Hera, la diosa protectora de la Tierra, el nacimiento y el matrimonio. Dicen que desde su pecho fluyó la vía láctea. Ella envió al cangrejo para ayudar y proteger a Hydra, la víbora acuática de muchas cabezas. Hércules debía vencerla y cortarle las cabezas, por lo que primero debía vencer al cangrejo. Pero cada vez que con su sable cortaba una de las tantas cabezas de Hydra, inmediatamente volvían a crecerle dos. Hasta que tuvo la idea de quemar el muñón con un pedazo de madera ardiente, para que no volvieran a crecer otras cabezas. Enterró la última cabeza inmortal de Hydra, la cual desde entonces forma parte, junto con el cangrejo, de una constelación.
El cangrejo en el cielo también debía retener una ninfa para Zeus, para que éste se pudiera aprovechar de ella. En la mitología nórdica se relaciona al cangrejo con la runa ISA. Representa al hielo, la inmovilidad y el silencio. Otorga fuerza de concentración y voluntad. En honor a la diosa irlandesa Aine y para festejar el día más largo del año, que se encuentra dentro del signo de Cáncer, los celtas le dedicaban su festival de verano. Ella simboliza el amor profundo y protege a las personas jóvenes y débiles.
Es la fiesta de la diosa colorada, una mujer en sus mejores años. La diosa de la Luna y la Luna también están relacionadas con Cáncer, el cangrejo. Representan al lado femenino, receptivo, lo oscuro, el ritmo de las mareas, la fuerza profunda de las visiones, los sueños, lo intangible y lo inexplorable. En la Cabalá judía el cangrejo le corresponde al Yesod, el noveno Sephirot, a la Luna y al arcángel Gabriel. Acá representa el área de las ideas brillantes, la inteligencia y la imaginación clara.
El Cangrejo en la interpretación de los sueños: Representa los mensajes del inconsciente personal o colectivo. Nos pide tener cuidado y mirar hacia adentro antes de dar otro paso en nuestra vida. La Esencia de Cangrejo: El cangrejo nos ayuda a asentarnos internamente y a desarrollar confianza.
En el plano físico: Fortalece energéticamente la piel, el sistema endócrino, las uñas y el pelo. Del mismo modo que la caparazón envuelve al animal y lo protege, somos protegidos energéticamente por la piel.
En el plano emocional: Aquellas personas que por naturaleza son miedosas, aprenden a observar de otra manera sus miedos y a comprenderlos mejor. Existen miedos que nos llevan a tener cuidado y a ser precavidos, que ayudan a preservar nuestra vida y nuestra salud, pero también existen muchos miedos que podemos soltar para dar lugar a una nueva confianza. Al igual que todos los crustáceos, también el cangrejo es tímido. Nos enseña a no salir corriendo inmediatamente, sino a analizar primeramente las circunstancias de la vida, a observar, a pensar, a mirar hacia adentro y recién luego, en base a razonamientos, tomar una decisión.
Es un animal al que le gusta dar un paso hacia adelante y luego dos para atrás. Nos enseña que a veces la retirada es mejor que la defensa y la confrontación. Del mismo modo que el cangrejo, que vive protegido en las rompientes o, como pasa con algunas especies, se refugia dentro de su caparazón protector, aprendemos a ver cuán importante es nuestro hábitat, nuestro lugar en el cual vivimos. Nuestro hogar siempre debería ser un sitio de calma y contento, un lugar seguro en el que nos podamos refugiar. El cangrejo nos enseña las ventajas de la seguridad hogareña y su contención. Pero cuando el cangrejo toma una decisión, no lo para nadie. Él confía en sus pinzas, con las que se puede liberar de viejos patrones y de antiguas ataduras, así como en su caparazón, el que rodea a su cuerpo y lo protege.